La fecha no cuenta

Eran las once de la mañana y el día ya se sentía largo.

Irene dejó el expediente en el borde de la estación de enfermeras y lo hojeó con la esperanza de encontrar algunas órdenes de cambio de vendajes, pero estaba tan lleno que era más ancho que su cuerpo y parecía a punto de estallar. Parecía que ...

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