Ignorándolo

Decidieron comer en una cafetería donde los postres eran tan buenos como el café. Ordenaron sándwiches y una galleta gigante, que compartieron entre ellos, y luego se deleitaron con un poco de café a mitad de camino. Su padre compartía su amor por el café, bebiendo varias tazas al día. Pero no tenía...

Inicia sesión y continúa leyendo