Queriendo un poco de paz

—Irene, mírame —pidió suavemente, sin rastro de enojo en su voz.

Ella parpadeó rápidamente antes de darse la vuelta, esperando que su rostro no mostrara las emociones abrumadoras que de repente la envolvían.

Pero Brenden lo vio todo. Se adelantó para acariciar su mejilla con el pulgar, suspirando ...

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