Siéntate y espérala

Llamó a Brenden, pero él no contestó. El viaje a la casa de Andy fue en silencio. Entraron en su entrada y él detuvo el coche y miró a Irene.

—Voy a tomar unas copas —dijo después de un momento de silencio—. Puedes unirte si quieres.

Salió del coche y cerró la puerta de un golpe, sin esperar su r...

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