Por fin, la suya

Brenden gimió en respuesta, apretando su pelvis contra ella con fuerza, y luego se apartó rápidamente, tomándola por sorpresa.

—Mierda—murmuró, sentándose en el sofá. Pasó una mano frustrada por su cabello mientras ella retiraba sus piernas de su posición incómoda y se sentaba también.

—¿Qué? ¿Qué...

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