Un poco dramático

Brenden la miró de nuevo. Ella estaba paralizada por el pánico, sin saber cómo excusarse y sintiéndose incómoda al estar de pie escuchando a su madre hablar de nietos y postres. Sin mencionar cómo seguía hablando de lo grandioso que era su hijo y revelando que había sido sexualmente activa hace unos...

Inicia sesión y continúa leyendo