Capítulo 31 La escoria y los perros duran para siempre

La señora Anderson dijo:

—Has perdido tu trabajo. Sabes lo que eso significa: menos ingresos.

Sierra lo sabía, pero ¿qué más podía hacer?

La señora Anderson se mostró muy molesta:

—¿Ofendiste a alguien?

Sierra bajó la cabeza con pesadez.

La señora Anderson sintió lástima:

—Si surge una oportunid...

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