Capítulo 148 Miradas que no se olvidan

Elizabeth estaba frente al detective encargado de su caso, pero tenía poco —o nada— para aportar. Con lagunas mentales considerables, solo pudo contar lo que recordaba al despertar. Su cuerpo magullado mostraba con claridad las secuelas de los golpes recibidos.

—Bien, señora Alvear… —dijo el inspec...

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