Capítulo 97 Te juro que voy a cambiar

Federico se quedó quieto, con los brazos caídos a los costados del cuerpo. No sabía lo que era llorar por angustia… hasta ese momento.

La mujer a la que más amaba en el mundo iba a darle un hijo. ¡Un hijo! Algo que, aunque nunca lo había confesado, deseaba profundamente.

Y ahora, por su arrogancia y...

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