Capítulo 27

Shea saltó cuando la voz de Aquiles rompió el silencio.

—Ese es mi padre y el tuyo.

Se volvió para encontrarlo de pie a su lado, con los ojos fijos en la fotografía.

—Me asustaste —dijo, con el corazón acelerado.

Los labios de Aquiles se curvaron en una media sonrisa.

—Lo siento. Tiendo a mover...

Inicia sesión y continúa leyendo