Capítulo 28

Los dedos de Shea se movían con creciente urgencia, su cuerpo temblaba con la intensidad de su excitación. Las olas de placer la envolvían, cada una más intensa que la anterior, pero aún no era suficiente.

Sus pensamientos se fijaban en Aquiles, su deseo por él se convertía en una necesidad abrumad...

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