Capítulo 51

Mientras Aquiles y Shea se abrazaban, el mundo a su alrededor parecía desvanecerse. El calor de su cuerpo contra el de ella era un bálsamo para los nervios desgastados de Shea, y se encontró deseando que pudieran quedarse así para siempre.

Pero la realidad pronto se impuso. Un suave golpe en la pue...

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