Capítulo ciento tres

Lincoln

La veo salir por la puerta justo cuando pongo su coche en estacionamiento. Me apresuro a salir del coche y cerrar la distancia entre nosotros, hasta que estoy frente a ella y la atraigo contra mi pecho.

—Te amo —dice, acurrucándose en mi abrazo lo mejor que puede. Sus palabras me sorprende...

Inicia sesión y continúa leyendo