Capítulo tres

—Bueno, Kitty, te has ganado un lugar en mi cama esta noche, pero si quieres algo más que eso, tendrás que buscarlo en otra parte. La vieja regresará en la mañana, y espero que te hayas ido mucho antes de que aparezca.

Me doy la vuelta, con los brazos cubriendo mis pechos aún expuestos, y mi estó...

Inicia sesión y continúa leyendo