Capítulo cincuenta y siete

Jackson

Brooklyn se me está escapando entre los dedos, y no sé cómo detenerlo.

Está aquí, pero no está aquí. La mitad del tiempo no quiere comer, la otra mitad ni siquiera se levanta de la cama. Cuando lo hace, solo se sienta junto a la ventana, mirando a la nada. A veces la veo llorar, en silencio...

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