Capítulo veintiséis

Aspen

Afortunadamente, suena la campana, salvándome de más preguntas sobre lo que está pasando con Whitney y su grupo. Todos llegamos a clase con tiempo de sobra, y los cuatro se dirigen a sus asientos habituales en la parte trasera del aula. Me detengo, sin saber dónde sentarme, ya que no quiero ...

Inicia sesión y continúa leyendo