Capítulo cincuenta y uno

Aspen

Me doy el fin de semana para llorar y lamentar la pérdida del hombre y la relación que apenas había comenzado a aceptar, a desear.

Mi teléfono sonó y vibró con llamadas y mensajes prácticamente sin parar el sábado, hasta el punto de que por la noche tuve que apagarlo, aún no estaba lista pa...

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