Se rompió

Kelly y Daniel tampoco podían ver a su hija por ningún lado.

—¿Ruth? —gritó Kelly, su voz se volvía aguda con el pánico—. ¡Ruth Ann O’Connell! —gritó a todo pulmón.

Justo en ese momento, Charlie la vio. Estaba trepando por la barandilla a unos cientos de metros más adelante en la cubierta, a punto...

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