Abandonado

Charlie

Eran las nueve y media, y Mary Margaret aún no había aparecido. Charlie guardó su reloj de bolsillo en el interior de su chaqueta y tomó otro sorbo de su bebida. Seguramente, ella llegaría pronto. ¿Qué podría estar retrasándola?

—No es propio de ella llegar tarde —mencionó Alise, deslizándo...

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