Capítulo 213: Sin ser suficiente.

Los ojos de ambos permanecían cerrados producto de la pasión que sentían.

El castaño necesitado de mayor placer, llevó sus manos bajo su ropa y expuso su miembro, el mismo que fue tímidamente tocado por la ruborizada y agitada pelinegra.

Se reconocieron una vez más al verse a los ojos y Leonel atr...

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