Capítulo 27: En el jardín real

No pude dormir en toda la noche. Mis ojos vagaban por cada rincón como si alguien me estuviera observando de cerca.

Además de extrañar a mis hijos, anhelaba mi libertad. Poder correr por el bosque y respirar el aire puro del bosque.

Allí, en esa habitación, me di cuenta de cuánto cambiaría mi vida...

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