Capítulo 31: Los elegidos

Dudo que alguien haya dormido esa noche. Todos parecían zombis, deambulando de un lado a otro.

—Señorita, ¿quiere ir a la sala de espera ahora?— Chant me sacó de mi ensimismamiento, y me levanté, alisando mi vestido.

—Sí, vamos—. Caminó conmigo hasta la sala de espera y se hizo a un lado cuando vi...

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