Capítulo veintisiete: Emociones aumentadas

Después de llorar en los brazos de Fred, decido meterme en la ducha no solo para limpiarme de la noche, sino también para intentar calmarme. Al principio estaba un poco preocupada, pero Fred me tranquilizó, diciéndome que estaría justo fuera de la puerta en el dormitorio esperándome.

No quería ser ...

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