Capítulo treinta y ocho: Hónralo

Durante la primera hora del viaje, el coche estaba en silencio. No estaba seguro si era debido a la hora del día en que íbamos o si ambos estábamos demasiado concentrados en la tarea que teníamos por delante, pero ninguno de los dos habló. Queriendo pasar el tiempo, saqué el bloc de dibujo que Max m...

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