Capítulo 239

SADE

Me senté en una de las largas mesas de roble en la biblioteca de la academia, rodeada de libros antiguos que olían a polvo y secretos. Mi cuaderno estaba abierto frente a mí, las páginas ya medio llenas de garabatos sobre aceites raros (oud, ámbar gris, absoluto de nardo) y cómo cambiaban cua...

Inicia sesión y continúa leyendo