Capítulo 37

Ya sabía que mi hermano estaba allí incluso antes de entrar al bar. No se había dado a conocer. Solo se quedó en las sombras—tan Kadey.

—Kade—llamé, con la voz ronca.

—¿Hmm?—Finalmente salió de las sombras y se acercó a mí, tomando la botella de mi mano y bebiendo un gran sorbo.

—Kade, hay un nud...

Inicia sesión y continúa leyendo