Capítulo 34 Alfa, deme su semilla

En la manada de Agua, Xavier había regresado en silencio. Los guerreros saludaron con respeto cuando cruzó la plaza principal. Entró en su casa sin decir palabra. Estaba agotado. Pero no físicamente. Era otra clase de peso.

Tres de sus concubinas lo esperaban en el cuarto central, uno no tenía nada...

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