Capítulo ciento dos: Una sonrisa frágil

Cass estaba acurrucada en el sofá de terciopelo en la sala iluminada por el sol, con un libro en su regazo y una taza de té enfriándose a su lado. Por un raro momento, todo se sentía tranquilo. Seguro. Podía escuchar los sonidos distantes del palacio—guardias cambiando de turno, sirvientes riendo en...

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