Capítulo trece — Apocalipsis

El bosque estaba tranquilo mientras la niebla matutina comenzaba a levantarse, envolviendo todo en un suave y plateado silencio. El fuego se había reducido a brasas incandescentes. Eira estaba sentada con las rodillas pegadas al pecho, observando la forma en que Caius se movía junto a Cass.

Había a...

Inicia sesión y continúa leyendo