Capítulo cuarenta y tres — Garden Talk

El jardín estaba tranquilo, salvo por el viento que susurraba entre la hiedra y el murmullo distante de las fuentes. Cass caminaba junto a Eira por el sendero de grava, con los brazos cruzados ligeramente, sus ojos siguiendo el movimiento de los árboles en lugar de a su compañera.

Debería haber sid...

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