Capítulo cuarenta y seis: Furia en las sombras

Cass apenas había recorrido la mitad del pasillo cuando lo sintió—el cambio en el aire, el cosquilleo en su espalda.

Una mano atrapó su muñeca. Otra se estrelló contra la pared junto a su cabeza.

Estaba atrapada.

Alder.

Sus ojos estaban desorbitados, su pecho jadeando. Y dioses, el olor—Caius aú...

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