Capítulo setenta: La advertencia del alfa

Cass llegó a los aposentos de Alder justo cuando el sol vespertino se ocultaba en el horizonte, bañando el corredor de piedra en tonos naranja y dorado. Un guardia abrió la pesada puerta para ella, y entró con vacilación. El aire dentro estaba cargado de tensión, como si hubiera estado esperándola.

...

Inicia sesión y continúa leyendo