Capítulo setenta y siete: El baño

Caius la observaba cuidadosamente, aún flotando como si su cuerpo se negara a dejarla salir de la seguridad de sus brazos. Pero cuando sus piernas temblaron de nuevo y se dejó caer en el borde de la cama con un suspiro pesado, él le dio un beso en el cabello y se levantó.

—Vamos —dijo, con voz baja...

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