127. Es cierto

Colby

En el momento en que los dedos de Lia rozaron el relicario, se quedó rígida.

—Eh— —la voz de Rain rompió el pesado silencio—. ¿Qué demonios está pasando?

No respondí de inmediato. Estaba demasiado ocupado observándola.

Su pecho subía y bajaba, superficial y lentamente. Sus ojos, abiertos y...

Inicia sesión y continúa leyendo