13. Desayuno

La olla que saqué del gabinete se me resbaló de las manos y cayó al suelo con un fuerte estruendo. Solté un grito nervioso, tratando de agarrarla antes de que hiciera más ruido, ¡pero terminé dejándola caer de nuevo!

Los pasos desde arriba me hicieron congelarme. Mierda, ¿desperté a alguno de ellos...

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