154. Desastre

La caminata de regreso al auto fue un poco agotadora, pero seguí intentando romper el hielo insertando algunas de mis bromas.

—Bueno, eso es todo. El espectáculo ha terminado. No más misiones épicas, no más experiencias cercanas a la muerte. Supongo que ahora todos nos asentamos y empezamos a tejer...

Inicia sesión y continúa leyendo