201. Expectativas bajas

Me senté en el borde de la estúpida silla de plástico, con la cabeza entre las manos.

¿Cómo había pasado esto? Estábamos actuando como idiotas y preocupándonos por nada. Parecía realmente apropiado que al final no hubiera pasado nada, ¿y de quién era la culpa? Bueno, de todos nosotros.

Ni siquiera...

Inicia sesión y continúa leyendo