249. Dominación mundial

Cuando llegué a casa, encontré a Lia en el porche. Levantando una ceja, me uní a ella porque estaba un poco preocupado por lo que estaba pasando por su mente. Parecía estar bien. Solo perdida en sus pensamientos, lo cual no me parecía normal.

Lia nunca estaba tan absorta en sus pensamientos que no ...

Inicia sesión y continúa leyendo