67. Sin argumentos

Lia

Aunque Simone y yo dijimos que íbamos a ponernos a trabajar, también nos dimos cuenta de que existía algo llamado descanso. Yo, en particular, necesitaba un descanso. Estaba trabajando tan duro que apenas podía respirar.

Lo único en lo que podía pensar era en Gabi y el cachorro. Necesitaban re...

Inicia sesión y continúa leyendo