73. Dejar el equipo de rugby

La mañana siguiente Michael llamó a mi puerta. Caminaba de un lado a otro, parecía que tenía algo que decir. Pero no estaba seguro de qué o cómo decirlo.

He estado en esa situación antes.

—¿Michael?

—Hola, ¿podemos hablar?

—Creo que ya decidiste que quieres hablar. Más bien, ¿de qué quieres hablar?

...

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