99. Sin promesas

Jesse

Era todo un espectáculo ver a Lia tumbada allí, agotada por nuestra noche. Cuando se despertó, decidió que iba a tomar una ducha. Yo también sentí el mismo impulso, así que acordé unirme a ella.

Se sonrojó, pero caminó hacia el baño conmigo.

No tardamos mucho en despojarnos de nuestra ropa y l...

Inicia sesión y continúa leyendo