19 ALICIA

Elijah deja pequeños besos a lo largo de mi cuello, alabándome como si fuera un dios. La comodidad de estar en sus brazos es simplemente única, y nadie me ha cuidado como él lo está haciendo.

—Vamos a la habitación, por favor —Elijah sigue acariciando mi cuerpo, y me encanta, pero necesito detenerl...

Inicia sesión y continúa leyendo