Capítulo 9. Conociendo a Wynter
9. Conociendo a Wynter
Punto de vista de Sabrina
Mientras revisaba las preguntas, Mark me preguntó sobre los emprendedores que habíamos presentado. Enfatizó que no olvidara las preguntas que había preparado para el CEO de Wynter Cooperation.
De repente, mi atención se dirigió a una niña de tres años que jugaba cerca de la piscina justo debajo de mi habitación. Se hizo evidente que se dirigía hacia la piscina, y no había ningún adulto a la vista para supervisarla. Dudaba que supiera nadar.
Escaneando el área, no pude ver a ningún adulto cerca.
Sin pensarlo dos veces, bajé corriendo las escaleras en pijama, llegando justo a tiempo para alejarla del borde de la piscina. Ella chilló de sorpresa cuando intervine.
Ambas caímos al suelo. Terminé de espaldas, y ella aterrizó encima de mí, con los ojos fuertemente cerrados. "¡Mamá!" exclamó con los ojos aún cerrados, probablemente llamando a su madre.
"Hola, pequeña, ¿estás bien?" pregunté, pero la niña parecía asustada.
La ayudé a ponerse de pie, sacudiendo la tierra de nuestra ropa por la caída inesperada. "¿Estás bien ahora?" inquirí. Ella me miró y asintió suavemente.
Ahora que la veía de cerca, noté lo hermosa que era. Sus ojos verdes brillaban con lágrimas, enmarcados por largas pestañas. Tenía el cabello castaño como el mío, suelto, cayendo hasta sus caderas.
Sus labios estaban apretados en una línea delgada, y parecía a punto de llorar. Tenía debilidad por los niños, y no podía soportar verla triste.
"Hola, soy Sabrina," dije, tratando de aligerar el ambiente mientras extendía mi mano para un apretón. Sin embargo, su respuesta me sorprendió.
Ella envolvió sus brazos alrededor de mí en un fuerte abrazo, apoyando su cabeza en mi hombro mientras yo permanecía agachada a su nivel.
"¡Mamá!" volvió a llamar, indicando que quería a su madre.
"Quieres encontrar a tu mamá, está bien, podemos buscarla," dije en un tono tranquilizador, acariciando suavemente su brillante cabello.
Pero ella negó con la cabeza, indicando que no quería que su madre la encontrara.
"¿Cómo te llamas?" pregunté en su lugar.
"Soy Wynter Grizelle King," respondió con su dulce voz. Su nombre me sonaba familiar, como si hubiera escuchado parte de él antes.
"Yo soy Sabrina," me presenté una vez más.
"¿Solo Sabrina? Yo tengo dos nombres, Wynter y Grizelle, y tú solo tienes uno," observó, mostrando una sabiduría más allá de sus años. Ya me caía bien; si alguna vez tuviera una hija, esperaría que fuera como Wynter.
"Yo también tengo dos nombres, Sabrina Iris Kline. Todos me llaman Sabrina o Sab, pero mis padres solían llamarme Iris," compartí, y ella me sonrió.
De repente, una mujer se acercó a nosotras. Wynter se escondió detrás de mí, aparentemente asustada de esta recién llegada. La mujer no reconoció mi presencia mientras apartaba a Wynter.
"¿Dónde has estado, mocosa? ¿Sabes lo estresado que está tu papá? Ha estado buscándote por todas partes como un loco," la mujer regañó. No pude evitar sentir una fuerte aversión por ella. ¿Era esa manera de hablarle a una niña? Los niños merecían amabilidad, cuidado y empatía, no palabras duras. Parecía ser la tía de Wynter, aunque no era mi lugar intervenir.
Wynter se despegó de la mujer y se aferró a mis piernas, claramente temerosa de ella.
"No parece que entiendas mis amables palabras. Déjame ir a buscar a tu papá," resopló la mujer, alejándose.
"¿Era tu mamá?" le pregunté a Wynter, observando a la mujer alejarse.
"No, es la tía Helen, pero yo la llamo 'Tía Infierno'," respondió Wynter con una sonrisa traviesa.
"¿Dónde está tu mamá?" inquirí, decidida a hablar con los padres de Wynter antes de que se fuera.
"Mamá no se queda con nosotros. Ella está con los ángeles y Dios," explicó Wynter. Se hizo evidente que no tenía una madre en el sentido tradicional.
"Lo siento mucho por eso. ¿Y tu papá?" me compadecí de ella. Sabía lo difícil que era vivir sin una madre.
"Papi tenía una reunión, pero llegará pronto. La niñera Ann dice que nadie debería sentir pena por mi mamá. Los ángeles la aman y se la llevaron para que pudiera cuidarme desde allá arriba," dijo, señalando con su pequeño dedo hacia el cielo. Sentí aún más pena por ella, dándome cuenta de que tenía que estar privada del amor de una madre a una edad tan temprana.
"Tu niñera Ann tiene razón, cariño. Sabes, los ángeles se llevaron a mi mamá y a mi papá también, y ahora los tres son felices en el cielo, cuidándonos y protegiéndonos," le aseguré.
"Ves, somos iguales. Entonces, ¿somos amigas?" pregunté.
"¡Amigas!" chilló felizmente y me abrazó con fuerza. "Sabes, mamá dijo que encontraré una nueva mamá muy pronto."
"¿Cuándo te dijo eso tu mamá?" pregunté, curiosa.
"Hace tres días cuando vino a verme," respondió.
Me di cuenta de que debía haber tenido un sueño o algún tipo de visión sobre su madre. Esperaba que encontrara a la nueva madre que tanto anhelaba.
"¿Puedes ser mi nueva mamá?" preguntó con ojos esperanzados. Me sorprendió su pregunta. Parecía que solo quería a alguien a quien llamar mamá. ¿Cómo podría romper su pequeño corazón? Dejar que me llamara 'Mamá' no haría daño. Eventualmente entendería cuando creciera.
"Sí, puedes llamarme Mamá," dije con una sonrisa.
"¡Yay! Ahora tengo una mamá, ¡Mamá Iris!" exclamó, bailando felizmente a mi alrededor. Escuchar ese nombre trajo una avalancha de emociones. Solo mis padres solían llamarme por ese nombre.
Pero no importa, pensé. Debería aprender de esta pequeña a ser feliz. Comencé a jugar con ella para distraerme mientras esperaba que llegara su padre.
Le hice cosquillas en los costados, y ella se rió felizmente. "¡Papi!" gritó y comenzó a correr, todavía riendo.
Me levanté, decidida a darle una lección a su padre por dejar a una niña tan pequeña sola, especialmente enviando a esa mujer a buscarla.
Me di la vuelta para regañarlo, pero mi sangre se heló cuando vi a la persona que estaba frente a mí.
Nota del autor
¿Quién está emocionado por el próximo capítulo? ¿Qué piensan de Wynter?
*¿Quién quiere ver cómo se ven los personajes de este libro? :) *
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