Sé mi cita

Brock se acercó a la figura femenina acurrucada en el suelo y se arrodilló para mirarla de frente. Sus ojos de ciervo estaban rojos de tanto llorar, y su cabello estaba despeinado. Mechones de pelo se pegaban a su cara por el sudor.

Podía sentir el miedo irradiando de su cuerpo como una ola del océ...

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