Sé mi cita ii

Jess miró al príncipe heredero con asombro al ver que sus ojos estaban tentativamente sobre ella sin titubear, su boca abierta de par en par, tratando de expresar su desaprobación de su propuesta, pero sin poder encontrar las palabras adecuadas para expresar sus sentimientos.

—¿Qué-qué?— tartamudeó...

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