Manos frías

Su corazón latía con fuerza en su pecho. Jess estaba atónita. Se sentó y se encontró al borde de un acantilado que nunca había visto antes. Debía haber corrido más allá del huerto y adentrado en el bosque detrás del castillo. Se levantó y miró por el borde, viendo el río caudaloso abajo, brillando b...

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