127.- Entre velos y promesas.

La tercera, Ida, con voz más grave, añadió:

—Lo que Lúa olió en esa mujer no era solo su esencia… sino un vestigio de algo más antiguo. Un encantamiento olvidado, una marca. Quizás de otra vida. O de una promesa rota.

Miriam tragó saliva, sabiendo que ese tipo de respuestas no solían darse a la li...

Inicia sesión y continúa leyendo