163.- Ecos de la Lluvia.

Y bajo el murmullo constante de la lluvia, el coche se convirtió en un santuario donde lo humano y lo salvaje, lo físico y lo emocional, se entrelazaban en un mismo amor absoluto.

Lucius rozaba con sus labios la clavícula de Lúa, mientras ella, todavía sobre él con solo con su bra aún puesto, conte...

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