73.- Sombras Después del Sueño.

Se miró el brazo.

El tatuaje seguía allí… igual que siempre. Pero algo dentro de ella palpitaba con más intensidad.

Y entonces, la imagen del bebé no se borró de su mente. Ni la voz de Lucius diciendo: “Solo tú puedes protegerlo”

Cuando el despertador de la mesita de noche sonó, espantándola, Lúa...

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