Otro funeral

El resto de la tarde fue un torbellino estresante. Luna Vera nos invitó a entrar, y nos sentamos en el comedor en silencio, tomando tazas de té humeante. No sabía qué decir. ¿Cómo consuelas a alguien que acaba de perder a su único hijo?

Kairn y Skye se sentaron a cada lado mío, sosteniendo sus taza...

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